Bulbos de invierno
La primavera es la estación más
destacada en el mundo de las flores, pero lo cierto es que el invierno también
nos permite disfrutar de ellas. Los
bulbos, tales como el tulipán, el jacinto,
el narciso o el muscari son ejemplo de ello.
Tulipanes
Estos bulbos encuentran en la
estación más fría su momento para florecer. Y la verdad, son muy sencillos de cultivar y muy
agradecidos en comparación con los pocos
cuidados que requieren.
Este tipo de plantas, a pesar de no tener largas floraciones, tienen
una innumerable
variedad de colores, ofreciendonos
la posibilidad de crear un gran efecto en nuestros jardines, balcones o ventanas.
Jacintos
Los bulbos suelen florecer
a finales del invierno, tras haber sido plantados en los meses de otoño.
Es importante introducir el bulbo en la tierra, enterrándolo a unos 15cm y si
lo hacemos en un recipiente este debe estar bien drenado. De esta forma,
evitaremos el exceso humedad y que el
bulbo pueda pudrirse. Una vez plantado, el primer riego debe ser abundante, y
posteriormente los riegos deben ser esporádicos.
Después de
todo, cuando las flores se hayan marchitado, los bulbos se pueden volver a
plantar. Se desentierran los bulbos, se limpian bien, se cortan las raíces y
tallos secos, se envuelve el bulbo en papel de periódico y se guarda en lugar
seco hasta el año que viene.